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Si tienes un podcast y quieres mejorarlo, quieres comenzar el tuyo propio o incluso locutas, este episodio y entrada al blog te va a venir de muerte… Porque seguro que te has preguntado más de una vez cómo lograr ese sonido perfecto. Ese que escuchas en los grandes programas de radio o grandes podcasts en donde parece que la voz te envuelve; clara, potente y sin ruidos molestos. Pues bien, hoy te voy a contar cómo lograrlo, paso a paso. Y si te resulta denso, no te preocupes porque para eso está la versión blog en la web de La Boutique del Podcast que te dejo en la descripción del episodio.
¡Agárrate que vienen muchos trucos pro!
El primer paso: Ecualización paramétrica correctiva

Todo empieza por una ecualización paramétrica correctiva. ¿Esto qué es? Básicamente, es como darle una buena “limada” a las frecuencias de la voz que te resultan ásperas o molestas. Imagínate que estás lijando una mesa vieja: quieres dejarla lisita y sin astillas, ¿no? Pues lo mismo con tu voz. Quitamos esas “espinas” que pueden molestar al oído, como frecuencias muy graves, o medias o agudas ásperas, que se sienten incómodas. Siempre mejor empezar eliminando lo que sobra, antes de añadir más.
¿Has probado alguna vez a ecualizar tu voz? ¿Notas la diferencia antes y después?
Segundo: El Expansor (el amigo que te cuida del ruido)
Luego viene el expansor, que es como un filtro que te ayuda a mantener el ruido de fondo a raya. Imagínate que es como una puerta que se abre cuando estás hablando. Cuando dejas de hablar, la puerta se cierra suave y ligeramente y deja fuera una gran cantidad de ruido de fondo, las respiraciones fuertes y esos pequeños sonidos que no deberían estar ahí. A diferencia de una puerta de ruido normal, que es más brusca, el expansor es más suave. Perfecto para podcasters.
Tercer paso, el Compresor: Todo al mismo nivel

Vale, ya tienes una voz más limpia, pero ¿qué pasa si hablas fuerte en un momento y suave en otro? Ahí entra en juego el compresor. Es como tener un asistente que ajusta el volumen por ti: si gritas, baja el volumen, y si hablas bajito, lo sube. Lo genial es que al final, todo suena más equilibrado y potente. Como si hubieras pasado de amateur a pro en un solo clic. 😉
Cuarto paso, la ecualización aditiva: Aquí viene la magia

Ahora que ya tenemos todo en orden, vamos a darle brillo y calidez a la voz. ¿Cómo? Con otra ecualización, pero esta vez aditiva. Aquí, en lugar de quitar, añadimos. Podemos realzar frecuencias que le den más claridad, más cuerpo y esa sensación de cercanía que hace que parezca que estás hablando al oído de quien te escucha. ¡Esto es oro puro!
Quinto paso, el De-Esser: Adiós a las “S” molestas

¿Alguna vez has notado que algunas “eses” suenan como si te estuvieran pitando en el oído? No te preocupes, no es culpa tuya, ¡ni de tu micrófono! Para eso existe el De-Esser, que es un procesador que suaviza esas “S” tan molestas. Como si le dijeras: “Shhh… baja un poco el tono en esa sibilancia”, y ¡listo! Todo mucho más agradable.
Sexto y último: El limitador: ¡Sube el volumen sin miedo!

Y, por último, pero no menos importante, está el limitador. Piensa en él como el guardián final de tu sonido. Se asegura de que tu audio no se pase de volumen y, al mismo tiempo, lo mantiene bien alto sin que distorsione. Este paso es clave si quieres que tu podcast suene fuerte y claro en cualquier dispositivo, ya sea en el móvil, en unos auriculares o en el coche.
¡Y ahí lo tienes! Esta es la cadena de audio perfecta para que tu voz suene profesional, limpia y potente en tus podcasts y locuciones. Parece mucho, pero créeme, una vez lo pruebas, no hay vuelta atrás. Tu sonido va a mejorar una barbaridad y lo vas a notar en las primeras escuchas.
¿Ya usas alguna de estas técnicas en tu podcast? ¿Qué te ha funcionado mejor? ¡Déjame un comentario o pregúntame lo que quieras! Además, si necesitas ayuda con la producción, no dudes en contactarme. ¡Estoy aquí para echarte un cable!
Con estos pasos, vas a conseguir que tu voz suene profesional y cercana. ¡Nada de ruidos, ni volúmenes descontrolados! Ya tienes la receta, ahora solo falta que la pongas en práctica. Y si te surgen dudas o necesitas que te eche una mano, ya sabes dónde encontrarme.
Si quieres además saber lo que te aporta una locución profesional a la cabecera de tu podcast, consulta esta entrada del blog y su versión podcast.